Capitulo 1: Reencuentro
Bueno, comenzar la
historia no es fácil, les cuento, mi nombre es Cristian tengo 30 años, hace
poco volví de Buenos Aires, viví 12 años allá y decidí retomar mi vida, después
de unos cambios, empecé a reencontrarme con gente que no veía hace un
montón de tiempo, lo que ustedes pueden llegar a encontrar quizás los
identifique, o no, pero son cosas que alguna vez le pasaron a alguien, y a lo
sumo puede ser coincidencia....
Al primero que quise
buscar cuando llegué, fue a Tomas, el me conoce de toda la vida,
hacia un par de años que no sabia mucho sobre sus cosas, sabia que
se había vuelto, así que fui a la casa donde
nos raspábamos las rodillas jugando a la bolita
cuando teníamos 8 años, o donde quizás fue mi primer beso
una tardecita de un viernes después del colegio...
Cuando entre,
sentí el paso del tiempo, me recibió su mamá, un ser de luz de esos que no se
encuentran todos los días, ya cansada, separada, pero muy feliz.
Ella me reconoció enseguida, por un ratito volví a ser
chico, la cantidad de anécdotas que pueden encerrar 2 personas que
compartieron tanto es invaluable, en eso cae tomas, mas pelado y
gordo jaja pero mi cuadro no era mejor que el de el, nos abrazamos como 2
veteranos de guerra, con ganas de resumir todo lo que nos habíamos perdido
del otro en una sola charla, su mamá nos dejo solos para que
nos distendiéramos un poco más, el sabia de lo mío así
que fue el primero en preguntar..
-Tomas:
"Cristian, como andas? es verdad que te volviste, no estabas de novio
vos?"
-Yo: "sí,
estaba pero bueno cosas que pasan"
-Tomas: es verdad
que te dejó por un tipo de guita?
-Yo: "no, eso
ya es parte del puterío"
y me decidí a
contar la misma historia que conté 40 veces creo de las 40, 15 habrán sido a mi
mamá...
Bueno mira la
cosa es así, estábamos comprometidos, pero no
enamorados, llevábamos vidas distintas, quizás ya a lo ultimo
simplemente éramos dos extraños viviendo juntos, quizás el miedo a la
soledad fue lo que evito que se terminara antes, pero
un día descubrí que hacia tiempo que salía con otro chabón, quizás
con más ganas que yo, o quizás con menos costumbre que yo, a mí ya
me conocía de memoria y no le aportaba nada nuevo,
fueron épocas de transición en mi vida y quizás no nos supimos
acompañar…
Entonces algo tenia que hacer, ¿como afrontar esa situación? ¿como
seguir mirándola a los ojos y creyendole? simplemente, ya no daba.
"Mariel, creo
que tendríamos que hablar, la verdad, no sé y te soy sincero, no me
va que tengas otro chabón, yo quizás podría intentar lo mismo,
pero no da y me decidí, me vuelvo a mi ciudad, no quiero estar más
acá, ni que algo me haga acordar a vos"
me miró con la
misma cara de ¿de que estas hablando pelotudo? que pone cada vez que le hago un
planteo difícil, pero yo ya sabia todo, era conciente, pero no era feliz...
"Cristian, deja
de decir boludeces querés? ya estas con tus ataques de extrañitis que nada que
ver, por que no te vas un finde a ver a tu familia y me dejas de
joder?"
"Mariel, yo
ya entendí como es todo acá, tu amigo, tu hermano de la vida, ya es otra cosa y
la verdad no me va, soy masoquista pero tampoco quiero vivir una mentira,
el amor no es eso.. el amor es otra cosa, el amor era cuando decidimos
venirnos a vivir juntos y en invierno nos cortaban el gas, dormíamos abrazadísimos,
lo único que teníamos era el uno al otro, así miles de
ejemplos, esto no es amor es costumbre y falta de huevos"
"y como te
enteraste?"
"un día dejaste
de ser obvia, un día dejaste de cantar por mí,
te producías un poco más y empezaste a cantar por alguien más, mi
tiempo ya le pertenecía a otro y de mi parte todo bien, hay que saber
aceptar una derrota, soy pésimo perdedor, pero no sos la primera ni
la ultima que me rompe el corazón..."
-"si
me dejas, no te quiero ver nunca más"
-"esa es la
intención"
y después
siguieron un montón de comentarios que no los sentíamos y buscaban
lastimar al otro, echadas en cara y otras cosas más que sinceramente, prefiero
no acordarme...
Me armé el bolso y
me vine para acá, no quería joder a nadie, no le avise a nadie,
simplemente arme mi bolso y me vine, creo que todo lo que necesito es lo que
esta adentro mío, lo demás se lo dejo a ella...
Tomás me miraba
con cara de nada, como en estado de shock, el me vio perder tantas veces, pero
el sabia cuando una mina me había tocado. Atino como desesperado a
decir:
"Yo la mato y a el también", siempre tan impulsivo
y pasional como cuando estuvo por primera vez con una mina y le gano la
ansiedad.. (si lo ven, no lo gasten, menos por que van a saber que les conté yo)
Tomas: ¿y vos como
estás?
Yo: "y si estuviera bien, estaríamos tomando un
café en el bar del ruso..."
Tomás: "lo
demolieron man, ahora venden ropa de mina..."
Yo: "jodeme,
como pasa el tiempo y ¿a donde va la gente?"
Tomás: "a
ningún lado, esta todo copado por pibes que gritan todo el tiempo y se tiran
cosas"
Yo: "vamos
por ahí algún lado tiene que haber para gente que no se vé hace
mucho..."
No hay comentarios.:
Publicar un comentario